sábado, 9 de enero de 2010

Una taza de caldo

Una señora de 75 años, coge una taza y le pide al camarero que la llene de caldo.
Después se sienta en una de las mesas del local. Cuando apenas se ha sentado se da cuenta que se ha olvidado del pan. Se levanta y va a coger un panecillo para comérselo con el caldo, y vuelve a su sitio. ¡Sorpresa! Delante de su taza de caldo se encuentra sentado un magrebí, que está comiendo sin inmutarse. ¡Esto es demasiado!- piensa la señora- ¡pero no me dejaré robar! Y dicho y hecho, parte el panecillo a pedazos y los echa dentro de la taza que tienen en frente el magrebí y ella y pone también la cuchara.

El magrebí complacido, sonríe. Toman una cucharada cada uno hasta acabarse la sopa, todo en absoluto silencio.

Acabada la sopa, el magrebí se levanta, se acerca a la barra y regresa con un gran plato de espaguetis y... dos tenedores. Comen los dos del mismo plato, en silencio. Acaban el plato y se despiden: ¡Hasta pronto!, le dice la señora. "Adiós", le responde el hombre, con una sonrisa en los ojos. Parece satisfecho de haber hecho una buena acción, y se aleja.

La mujer le sigue con la mirada; vencido su estupor busca con la mano el bolso de mano que había dejado colgado en el respaldo de la silla. Pero... ¡Sorpresa! ¡El bolso ha desaparecido!

Cuando ya iba a gritar: ¡LADRÓN, COGED AQUEL LADRÓN!, mira a su alrededor y vé su bolso colgado en una silla, dos mesas más atrás de dónde estaba ella y sobre la mesa un plato con una taza de caldo... ya frío.

Inmediatamente, se da cuenta de lo que ha pasado: No ha sido el magrebí el que se había comido su sopa, ha sido ella quien, equivocándose de mesa, había comido merced al magrebí, como una gran señora.


* Autor: Batista Cerruti. (Historia real, vivida en Suiza, en un restaurante autoservicio).

8 comentarios:

  1. jejejejjeje Muy buena elección Carol.
    En cuántas cosas nos equivocamos los seres humanos!

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  2. Sí, sí, sobre todo cuando el que "roba" la taza de sopa es una persona de otro país, otro color, aún juzgamos más rápido y peor.
    Y a última hora, las cosas no son lo que parecen en muchas ocasiones.

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  3. QUIERO EXPLICAR, QUE POR MOMENTOS NOS ENAJENAMOS DEL MUNDO... Y CUANDO VOLVEMOS A EL CAMBIAMOS LA HISTORIA, SOLO UN MINUTO DE DESCUIDO QUE TAL VEZ NO SEA TAL, POR QUE LE PERMITIO GOZAR DE LA COMPAÑIA DE UN EXTRAÑO Y CULTURA EXTRAÑA, SIN LA SOLEDAD Y LA MONOTOMIA DE LLEVARSE LA CUCHARA A LA BOCA Y DE CORTAR Y MOJAR SU PAN EN EL, UNA COMPAÑIA SILENCIOSA LLENA DE RESPETO... SIN PREGUNTAR QUIEN ES UD., Y QUE HACE EN MI MESA... LO QUE MUCHOS LLAMAMOS CONVIVENCIA, LO QUE OTROS LLAMARIAN SIN SOJUZGAMIENTO

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  4. Buena aportación Penelope. Muchas gracias!

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  5. jaja, el comentario de penelope no tiene nada que ver con el tema... justo como este comentario

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  6. wow!!! muy buena historia, conosco otra de un ninio quien llega a una heladeria, toma asiento, se le acerca la mesera y el ninio pregunta cuanto cuesta el cono grande de helado y la mujer le responde 1.50 , y el ninio se queda pensando y pregunta enseguida y el mediano? la mujer de mal humor le responde 1.25 y el ninio abre sus manitas y comienza a contar sus moneditas y la mesera ya impacientada le pregunta: bueno ninio vas a comprar algo o no? a lo que el ninio responde: cuanto cuesta el helado sencillo? y responde con una cara de enfado .99 ctvs, y el ninio sonriente le dice, me sirve un helado sencillo por favor, despues de haber comido su helado el ninio, se levanta de la mesa y con una gran sonrisa se despide de la mesera y se marcha. La mesera, enfadada se acerca a recoger la mesa y para su sorpresa, encuentra a un lado de la servilleta .51 ctvs de propina.

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  7. penelope.. me parece que su comentario es muy atinado; de hecho pensaba en algo similar. (: saludos a todos en este blog. estaba buscando comentarios adicionales a este tema

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