Según los resultados de un estudio de la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos, el ginkgo biloba, suplemento herbal que los mayores utilizaron durante varios años no tenían una tasa más lenta de declive cognitivo en comparación con quienes recibieron placebo.
El ginkgo biloba se comercializa ampliamente y se utiliza para mejorar, prevenir o retrasar el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento y los trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer. En Estados Unidos y sobre todo en Europa, esta planta se utiliza como tratamiento alternativo y consumido específicamente para prevenir el declive cognitivo asociado a la edad. A pesar de ello, se carece de pruebas de su efecto sobre el funcionamiento cognitivo a largo plazo procedentes de grandes ensayos clínicos.
Los científicos, dirigidos por Beth E. Snitz, analizaron los resultados del estudio Ginkgo de Evaluación de la Memoria para evaluar si la hierba ralentizaba la tasa de declive cognitivo en los mayores con un deterioro cognitivo normal o leve al inicio del estudio. Los primeros datos mostraron que el ginkgo no era eficaz para reducir la incidencia de la demencia por Alzheimer o la demencia global. El ensayo clínico incluía a 3.069 participantes de entre 72 y 96 años que recibieron dos dosis diarias de 120 mg de extracto de ginkgo biloba o un placebo que parecía idéntico. El estudio se realizó en seis centros médicos académicos de los Estados Unidos entre 2000 y 2008, con un seguimiento de 6,1 años.
Los resultados de este ensayo mostraron que no existían pruebas de un efecto del ginkgo biloba sobre cambios cognitivos globales ni evidencia de efectos sobre dominios específicos de la cognición como memoria, lenguaje, atención, habilidades visuoespaciales y funciones ejecutivas. Los autores tampoco descubrieron diferencias en los efectos del tratamiento según edad, sexo, raza, educación o estado cognitivo inicial.
Los investigadores concluyen que no encontraron evidencias de que el ginkgo biloba ralentice la tasa de declive cognitivo en los mayores.
El ginkgo biloba se comercializa ampliamente y se utiliza para mejorar, prevenir o retrasar el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento y los trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer. En Estados Unidos y sobre todo en Europa, esta planta se utiliza como tratamiento alternativo y consumido específicamente para prevenir el declive cognitivo asociado a la edad. A pesar de ello, se carece de pruebas de su efecto sobre el funcionamiento cognitivo a largo plazo procedentes de grandes ensayos clínicos.
Los científicos, dirigidos por Beth E. Snitz, analizaron los resultados del estudio Ginkgo de Evaluación de la Memoria para evaluar si la hierba ralentizaba la tasa de declive cognitivo en los mayores con un deterioro cognitivo normal o leve al inicio del estudio. Los primeros datos mostraron que el ginkgo no era eficaz para reducir la incidencia de la demencia por Alzheimer o la demencia global. El ensayo clínico incluía a 3.069 participantes de entre 72 y 96 años que recibieron dos dosis diarias de 120 mg de extracto de ginkgo biloba o un placebo que parecía idéntico. El estudio se realizó en seis centros médicos académicos de los Estados Unidos entre 2000 y 2008, con un seguimiento de 6,1 años.
Los resultados de este ensayo mostraron que no existían pruebas de un efecto del ginkgo biloba sobre cambios cognitivos globales ni evidencia de efectos sobre dominios específicos de la cognición como memoria, lenguaje, atención, habilidades visuoespaciales y funciones ejecutivas. Los autores tampoco descubrieron diferencias en los efectos del tratamiento según edad, sexo, raza, educación o estado cognitivo inicial.
Los investigadores concluyen que no encontraron evidencias de que el ginkgo biloba ralentice la tasa de declive cognitivo en los mayores.
* Fuente: JAMA, diciembre, 2009.
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