Cada especie animal tiene un tiempo de gestación determinado que está en función de su grado evolutivo y que deja a los individuos casi listos para empezar a vivir autónomamente. Si el hombre se rigiera por los mismos criterios, debería tener una gestación mucho más larga que la que realmente tiene. Así pues, el ser humano nace con una cantidad de carencias superior a cualquier animal. El animal nace fundamentalmente acabado; la persona nace inacabada y sigue gestándose.
Este proceso que la persona debe completar tiene dos características específicas:
- Por un lado, la persona se hace en relación con el medio social y cultural. El bebé ya entra en relación con un medio concreto y se irá desarrollando en interacción con este medio que le marcará profundamente.
- De la otra, la duración de este proceso abraza toda la vida, con mayor o menor intensidad. Es decir, nuestra base biológica nos pide más de lo que la pura herencia puede darnos.
Necesitamos un medio enriquecedor, un medio que sea social y cultural a la vez. Digámoslo con otras palabras: Necesitamos de la educación para ser plenamente seres humanos.
Sin embargo, somos algo más que un juego de herencia y medio: tenemos un mecanismo que nos permite percibirnos con conciencia, como individuos. De esto, algunos convenimos en llamarlo espíritu y creemos que es lo que hace posible la libertad.
muy interesante tu post amiga promociona un poco el blog esta muy bueno,te has puesto en bitacoras?un gran beso
ResponderEliminarGracias amiga, estoy en ello. Un beso.
ResponderEliminar