No esperes una fuente de motivación externa para ponerte en marcha. Nadie mejor que tú misma para motivarte. Si esperas que alguien venga a darte ese empujoncito, igual nunca llega.
Piensa en cómo quieres ser, en qué quieres sentir, a quién te quieres parecer... y actúa.
Debes imitar, como si fueras una actriz, el estado emocional que saca de tí toda la fuerza y la ambición de la que lo da todo y trabaja al límite. Participa con corazón, furia y amor por lo que haces. Sólo así podrás superarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesa tu opinión, gracias por tu comentario.