viernes, 29 de enero de 2010

La confesión


(voz femenina) - Padre, perdóneme porqué he pecado.

- Dime, hija, cuáles son tus pecados?
- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mi, pobre pecadora.
- ¿Cómo es eso, hija?
- Es que, cuando hablo con un hombre, tengo sensaciones en el cuerpo que no sé cómo describirlas...
- Hija, por favor, que soy un hombre...
- Si, padre, por eso vine a confesarme con usted.
- Bueno hija, y cómo son esas sensaciones?
- No sé como explicarlas, por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme mas cómoda.
- En serio?
- Si, quiero relajarme y quedarme tendida...
- Hija, ¿ tendida... cómo?
- De espaldas en el suelo, hasta que se me pase la tensión...
- Y... ¿qué más?
- Es como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo.
- Y ...¿qué más?
- Como que espero un poco de calor que me alivie...
- ¿Calor?
- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer....
- Y tan frecuente es esa tentación?
- Permanente, padre, por ejemplo, ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio...
- Hija!
- Si, padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
- Por ejemplo... ¿yo?
- Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar.
- Perdóname, hija mía, pero necesito saber tu edad...

- Setenta y cuatro padre.

- Hija, ve en paz, que lo tuyo es reuma...

3 comentarios:

  1. jaja,..muy bueno Carolina, no tuvo compasión el Padre,.pobre mujer! ;)

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  2. JAJAJAJAJAJAA!!!
    excelente!!!! :D

    oye, llegué pinchando y pinchando y encuentro que está re lindo tu blog.

    Un bso!

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  3. Gracias a los dos, y eso me alegra que os haya dejado una sonrisa en vuestra cara. Que bien!!!

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