Cuántas veces "metemos la pata" y cuántas lo hemos hecho sin mala intención.
Aunque sabemos que somos "animales racionales", puesto que lo hemos oído hasta la saciedad, el impulso natural para exteriorizar lo que pensamos es más fuerte que la elaboración interna de lo que sucede.
Se puede razonar y alegar que la claridad de nuestros pensamientos sólo se consigue a través de las palabras. De todas formas, las palabras no hace falta decirlas en voz alta. La palabra puede evocarse en silencio.
Hola
ResponderEliminarSi quieres que te dija lo que pienso, es que estoy hecho un lío con este tema. A veces se peca de ser incapaz de comunicar y viceversa. Eso sí, el paso del tiempo me hace ser más callado, en general.
Por mucho que nos contengamos con la palabra, siempre puede haber un momento en el que aflore la palabra... no correcta. Un abrazo, Igor.
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