Si la fuerza interna es una manifestación de la energía interior, es lícito preguntarse qué energía la alimenta.
En diversas tradiciones orientales se habla del chi o energía vital y se enseñan técnicas para aumentarla y canalizarla.
Todas tienen en común el centramiento, el reunir la energía en el vientre, así como la visualización de dicha energía y ejercicios físicos para desbloquear lo que impide que circule de forma natural y armónica por todo el cuerpo.
Cuando dicha energía está estancada se tiene la sensación de carecer de fuerza. Una de las primeras cosas para volver a sentirse lleno de energía es no crisparse, relativizar las situaciones, sonreír a la vida.
Como dice el viejo adagio, si la situación puede resolverse, resuélvela. Si no, no le des más vueltas.
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