Todos en mayor o menor medida, hemos vivido el drama de sentir que, sobre nuestras elecciones, pesa un mandato que no coincide con nuestros deseos.
Quizás, esta experiencia es la más universal, la más común.
Por un lado, registramos el imperio de ciertos mandatos; pero por otro lado, pretendemos ser libres.
Entonces, ¿en qué quedamos: vivimos como queremos o como otros mandan?
Me parece muy interesante tu reflexión. La duda es coexistente con nosotros mismos. Y elegir ya es dudar, en mayor o menor medida.
ResponderEliminarNuestro materialismo nos ata a nuestra propia conciencia en muchas ocasiones.
Desgraciadamente vivimos como otros mandan, incluido nosotros mismos.
Un placer compartirte, ciudadana
Yo apuesto por que vivimos como queremos en una pequeña habitación. Fuera de ella, como nos manda. Me gustaría equivocarme.
ResponderEliminarUn saludo.